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Los consejos de la Fundación del Cáncer de Piel para protegerse de los efectos del sol no son sólo para evitar esta enfermedad. Las medidas básicas recomendadas evitan, además, el envejecimiento. Siendo conscientes que el daño solar es acumulativo e irreversible, la institución te propone una “cultura del bronceado” para cuidar tu salud.
A veces cuando hablamos de “quemadura por el sol” no le atribuimos importancia. Sin embargo, es tan grave como la provocada por fuego, agua hirviendo o por electricidad. El hecho de que la piel se haya enrojecido y produzca ardor es una señal de advertencia de que la epidermis está sufriendo.
Comúnmente, se dice que 30 minutos diarios de sol alcanzan para un buen bronceado. No obstante, la regla tiene demasiadas excepciones pues una quemadura puede producirse en un lapso menor. ¿Por qué? Porque los efectos de los rayos ultravioletas dependen del tipo de pie, de la estación del año, de la altura sobre el nivel del mar y la latitud, según detallan los especialistas.
Aunque cueste concientizarnos, una historia de quemaduras solares reiteradas en cada temporada y progresiva a través de los años es suficiente para la predisposición a un cáncer de piel. Generalmente, un exceso de bronceado frecuente en la niñez está asociado a la aparición de tumores malignos de la piel.
Con el lema “Cuidar la piel es cuidar la salud”, en el sitio de la fundación se hacen conocer medidas sencillas para proteger la piel durante el verano, aunque también hay otros consejos útiles para todo el año.
• Si tu sombra es más corta que tu altura; el sol está muy fuerte y puede dañar tu piel. Si tu sombra es más larga que tu altura, puedes exponerte al sol con precaución.
• Antes de exponerte al sol, siempre aplícate un filtro solar que contenga, como mínimo, factor15.
• La dosis de sol necesaria para la elaboración de vitamina D en la piel es mínima. Por lo tanto, es mentira que exponerte más horas sirve para fijar el calcio o evitar la osteoporosis.
• Recurre siempre a las sombras, ya sea de los árboles, toldos o sombrillas.
• Las personas con piel muy clara, los que han padecido cáncer de piel o aquellos que tienen gran cantidad de pecas o lunares deben poner más énfasis en la protección. Las personas que trabajan al aire libre también tienen que extremar cuidados.
• La foto sensibilidad, que es sensibilidad aumentada a los rayos ultravioletas, puede ser un efecto secundarios de medicamentos –como los anticonceptivos- o cosméticos. Si te pasa, consulta a tu médico.
• Presta mayor atención a las zonas reflexivas como la arena, el agua o el cemento porque reflejan más de la mitad de los rayos solares.
• Aunque cueste asumirlo y los efectos cosméticos sean los mejores, se recomienda no usar camas solares porque la radiación causa quemaduras y envejecimiento cutáneo, aumentando el riesgo de padecer cáncer de piel.
• Protégete del sol todo el año. Especialmente durante los meses que tienen la letra R, pues los rayos ultravioletas son más fuertes entre setiembre y abril.
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