Los violentos temporales que evolucionan por el Pacífico generan vientos del noroeste de hasta 50 nudos que, cuando se canalizan entre la cordillera de los Andes y la península Antártica, superan fácilmente los 70 u 80 nudos. Ello crea olas de gran tamaño de hasta 12 metros de altura a las que hay que añadirle en la primavera y el verano austral la presencia de icebergs y hielos flotantes.
Este oleaje enorme es además confuso debido a las corrientes contrarias y de peligrosas rompientes ya que se pasa de una profundidad de 6.000 metros en el Pacífico a escasos 400 metros en el pasaje de Drake.
Sin duda alguna un mar muy turbulento y temido por los navegantes del mar, antes lo que lograban cursar este mar como muestra de su valentía se colocaban un arete de oro en la oreja derecha.
Redacción: meencantalaplaya.com